Una
herramienta de gestión que traduce la estrategia de la empresa en un conjunto
coherente de indicadores.
La visión y la estrategia de
negocios dictan el camino hacia el que deben encaminarse los esfuerzos
individuales y colectivos de una empresa. La definición de estrategias por
naturaleza es complicada, pero la implementación de la misma representa el mayor
obstáculo en la mayoría de las ocasiones. El reto corresponde en identificar
exactamente lo que debe monitorearse, para comunicar en todos los niveles de la
empresa, si se están alcanzando las estrategias a través de acciones muy
puntuales.
Balanced Scorecard es la principal herramienta
metodológica que traduce la estrategia en un conjunto de medidas de la
actuación, las cuales proporcionan la estructura necesaria para un sistema de
gestión y medición.
El acceso a los principales
almacenes de información brinda la posibilidad de presentar los resultados de
desempeño y entender por qué están dándose esos resultados.
Beneficios
El Balanced Scorecard induce una serie de resultados
que favorecen la administración de la compañía, pero para lograrlo es necesario
implementar la metodología y la aplicación para monitorear, y analizar los
indicadores obtenidos del análisis. Entre otros podemos considerar las
siguientes ventajas:
·
Alineación de los empleados hacia la visión de la empresa.
·
Comunicación hacia todo el personal de los objetivos y su
cumplimiento.
·
Redefinición de la estrategia en base a resultados.
·
Traducción de la visión y estrategias en acción.
·
Favorece en el presente la creación de valor futuro.
·
Integración de información de diversas áreas de negocio.
·
Capacidad de análisis.
·
Mejoría en los indicadores financieros.
·
Desarrollo laboral de los promotores del proyecto.
¿Qué es
Balanced Scorecard?
En 1992,
Kaplan y Norton de Harvard University revolucionaron la administración de
empresas al introducir un concepto bastante efectivo para alinear la empresa
hacia la consecución de las estrategias del negocio, a través de objetivos e
indicadores tangibles. La principal innovación fue la introducción de
mediciones sobre los intangibles como requisitos indispensables para alcanzar
los objetivos financieros.
Puede
entenderse al BSC como una herramienta o metodología, lo
importante es que convierte la visión en acción mediante un conjunto coherente
de indicadores agrupados en 4 categorías de negocio.
Según Mario
Vogel, "BSC lo ayuda a balancear, de una forma integrada y
estratégica, el progreso actual y suministra la dirección futura de su empresa,
para ayudarle a convertir la visión en acción por medio de un conjunto
coherente de indicadores, agrupados en 4 diferentes perspectivas, a través de
las cuales se puede ver el negocio en su totalidad."
Las 4
categorías de negocio son: Financieras, Clientes, Procesos Internos y Formación
y Crecimiento. BSC sugiere que estas perspectivas abarcan todos los procesos
necesarios para el correcto funcionamiento de una empresa y deben ser
considerados en la definición de los indicadores. De acuerdo a las
características propias de cada negocio pueden existir incluso más, pero
difícilmente habrá menos de las mencionadas.
El equilibrio
entre los indicadores es lo que da nombre a la metodología, pues se presenta un
balance entre los externos relacionados con accionistas y clientes, y los
internos de los procesos, capacitación, innovación y crecimiento; también
existe un equilibrio entre indicadores de resultados, los cuales ven los
esfuerzos (principalmente económicos) pasados e indicadores que impulsan la
acción futura (capacitación, innovación, aprendizaje, etc.).
El BSC permite
tener el control del estado de salud corporativa y la forma cómo se están
encaminando las acciones para alcanzar la visión. A partir de la visualización
y el análisis de los indicadores balanceados, pueden tomarse acciones
preventivas o correctivas que afecten el desempeño global de la empresa.
Por sus
características, el BSC puede implementarse a nivel
corporativo o en unidades de negocio con visión y estrategias de negocios
definidas y que mantengan cierta autonomía funcional.
Perspectivas
del Balanced Scorecard.
A pesar de que son 4 las perspectivas
que tradicionalmente identifican un BSC, no es indispensable que
estén todas ellas; estas perspectivas son las más comunes y pueden adaptarse a
la gran mayoría de las empresas que no constituyen una condición indispensable
para construir un modelo de negocios.
Perspectiva financiera.
Históricamente los indicadores
financieros han sido los más utilizados, pues son el reflejo de lo que está
ocurriendo con las inversiones y el valor añadido económico, de hecho, todas
las medidas que forman parte de la relación causa-efecto, culminan en la mejor
actuación financiera.
Perspectiva del cliente.
Como parte de un modelo de
negocios, se identifica el mercado y el cliente hacia el cual se dirige el
servicio o producto. La perspectiva del cliente es un reflejo del mercado en el
cual se está compitiendo.
Brinda información importante para
generar, adquirir, retener y satisfacer a los clientes, obtener cuota de
mercado, rentabilidad, etc. "La perspectiva del cliente permite a
los directivos de unidades de negocio articular la estrategia de cliente basada
en el mercado, que proporcionará unos rendimientos financieros futuros de
categoría superior." (Kaplan & Norton).
Perspectiva procesos internos.
Para alcanzar los objetivos de
clientes y financieros es necesario realizar con excelencia ciertos procesos
que dan vida a la empresa. Esos procesos en los que se debe ser excelente son
los que identifican los directivos y ponen especial atención para que se lleven
a cabo de una forma perfecta, y así influyan a conseguir los objetivos de
accionistas y clientes.
Perspectiva de formación y
crecimiento.
Es la perspectiva donde más
tiene que ponerse atención, sobre todo si piensan obtenerse resultados
constantes a largo plazo. Aquí se identifica la infraestructura necesaria para
crear valor a largo plazo. Hay que lograr formación y crecimiento en 3 áreas:
personas, sistemas y clima organizacional. Normalmente son intangibles, pues
son identificadores relacionados con capacitación a personas, software o
desarrollos, máquinas e instalaciones, tecnología y todo lo que hay que
potenciar para alcanzar los objetivos de las perspectivas anteriores.
¿Cómo se
usa?
La filosofía principal para sugerir
perspectivas de indicadores es que todos ellos, en perfecto balance, abarcan
casi la totalidad de los indicadores necesarios para monitorear la empresa,
pero la pregunta es como vincular las distintas perspectivas.
Todo lo que pasa en cualquier
empresa es un conjunto de hipótesis sobre la causa y efecto entre indicadores.
Cualquier acción que se ejecute, tendrá un impacto directo sobre otra variable,
es por eso que la perspectiva de Formación y Crecimiento es la base que permite
crear la infraestructura necesaria para crecer en las otras perspectivas. Lo
importante es saber que ninguna perspectiva funciona en forma independiente,
sino que puede iniciarse una acción con alguna de ellas y repercutirá sobre
todas las demás.
Un ejemplo simple puede ilustrar
esta situación: Supongamos que los empleados necesitan capacitación e
instalaciones adecuadas para estar satisfechos y, por extensión, realizar bien
su trabajo; si realizan bien su trabajo de forma individual estarán realizando
procesos de negocio complejos que afectarán directamente el producto o servicio
ofrecido para que éste sea de mejor calidad; un buen servicio provocará que el
cliente esté satisfecho, recomiende y, por extensión, incremente la cuota de
mercado, lo cual a su vez repercutirá en mayores ingresos y rentabilidad.
Pareciera un ejemplo muy trivial,
pero de alguna forma es como afectan ciertas perspectivas sobre todas las
demás. Cada una de las medidas forma parte de la cadena de relaciones
causa-efecto que dan significado a la estrategia en la unidad de negocio.
Definición de Visión y Estrategias.
El punto inicial para poder
diseñar un modelo de BSC es la definición de la visión y
estrategias, no es sencillo, sin embargo, normalmente la gente llega a acuerdos
en este sentido, pues son muy genéricos los objetivos de crecimientos que se
persiguen. Donde la mayoría tropieza es en la interpretación de las
estrategias. Por ejemplo, el crecimiento de la empresa difícilmente sería
cuestionable, pero para algunos, el crecimiento puede significar aumento
geográfico, para otros mayores ingresos o incremento de empleados.
Llegar a consensos sobre las estrategias lleva a establecer tanto objetivos como indicadores que midan los objetivos.
Llegar a consensos sobre las estrategias lleva a establecer tanto objetivos como indicadores que midan los objetivos.
Definición de Indicadores.
Entendida la visión y
estrategias de la empresa es posible determinar los objetivos que hay que
cumplir para lograr la estrategia y aterrizarlos en indicadores. Es importante
que los indicadores no controlen la actividad pasada solamente, los indicadores
deben reflejar los resultados muy puntuales de los objetivos, pero también
deberán informar sobre el avance para alcanzar esos objetivos. Esto es, la
mezcla balanceada entre indicadores de resultados e indicadores de actuación es
lo que permitirá comunicar la forma de conseguir los resultados y, al mismo
tiempo, el camino para lograrlo. Como resaltan Kaplan y Norton: "Resultados
son los indicadores históricos, indicadores de la actuación son indicadores
previsionales."
Otro aspecto que hay que resaltar es
el número de indicadores que deberán formar parte del escenario principal o
maestro. Según Kaplan y Norton, un número adecuado para esta labor es de 7
indicadores por perspectiva y si son menos, mejor. Se parte de la idea de que
un Tablero con más de 28 indicadores es difícil de evaluar cabalmente, además
de que el mensaje que comunica el BSC se puede difuminar y
dispersar los esfuerzos en conseguir varios objetivos. El ideal de 7
indicadores por perspectiva no significa que no pueda haber más, simplemente
pueden consultarse en caso de hacer una análisis más a conciencia, pero los
mencionados serán aquellos que se consulten frecuentemente y puedan,
verdaderamente, indicar el estado de salud de la compañía o área de negocio.
Implementación del BSC.
Una vez definido el modelo de
negocio y los indicadores de acción y resultados, es posible implementar el BSC de
dos formas:
Modelo de control y seguimiento. En caso de que la visión,
estrategias e indicadores estén perfectamente definidos y acordados, el BSC
puede implementarse como un tradicional modelo de análisis por excepción. Se da
un seguimiento puntual sobre los avances en el logro de las estrategias con
respecto a lo planteado y el BSC libera una cantidad de
trabajo importante al directivo, al realizar análisis por excepción de aquellos
procesos conocidos que, eventualmente, requieren de más tiempo para su
análisis; un análisis que sólo se da cuando no corresponden los datos con el
objetivo.
Modelo de aprendizaje organizativo y
comunicación. En
empresas donde no existe un acuerdo unánime, que están en crecimiento o se
quiere aprovechar el potencial de los empleados sin perder el control de la
empresa, el BSC no debe utilizarse como un modelo de control,
sino como un modelo de aprendizaje, un modelo proactivo que enriquezca las
definiciones originales. En este caso, los valores de los indicadores pueden
aprovecharse para adecuar la estrategia planteada originalmente y, por
extensión, los rumbos de la empresa. A diferencia del modelo de control, el estratega
necesita constantemente analizar los indicadores y tomar decisiones que
reorienten los esfuerzos para obtener máximos beneficios.
Feedback y aprendizaje estratégico.
En uno de los aspectos más
innovadores, BSC no termina en el análisis de los indicadores.
Es un proceso permanente en el que puede haber feedback de un bucle, que
consiste en corregir las desviaciones para alcanzar los objetivos fijos
definidos y feedback de doble bucle, donde los estrategas cuestionan y
reflexionan sobre la vigencia y actualidad de la teoría planteada en un inicio,
y su posible adecuación. El feedback sugiere aprendizaje estratégico, que es la
capacidad de formación de la organización a nivel ejecutivo, es el poder "aprender
la forma de utilizar el Balanced Scorecard como un sistema de gestión
estratégica."
Objetivos
típicos de un BSC.
- Obtener claridad y consenso alrededor de la estrategia.
- Alcanzar enfoque.
- Desarrollar liderazgo.
- Intervención estratégica.
- Educar a la organización.
- Fijar metas estratégicas.
- Alinear programas e inversiones.
- Para enlazarlo al sistema de incentivos.
- Mejorar el sistema de indicadores actuales.
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